La siesta en los niños

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Según los nutricionistas y desde un punto de vista metabólico, una simple siesta de 30 minutos no determina si una persona ganará peso o no. «La grasa es un proceso que ocurre debido a un desequilibrio entre lo que persona ingiere calorías y lo que pasa», explica. Es común sentir somnoliento cuando funciona el estómago en la digestión, porque el flujo sanguíneo se dirige a esta operación. Sin embargo, la sensación no dura todo el día. «Para evitar esto, el ideal es evitar los alimentos muy grasos en cantidades grandes, que requieren un mayor trabajo digestivo».

El hábito de comer alimentos en ciertas situaciones, como viendo películas o viendo televisión, contribuye a la persona comer compulsivamente. La conclusión fue obtenida en un estudio realizado por el investigador David Neal, la Universidad de California del Sur. Los voluntarios fueron reclutados para ver una película en el cine con palomitas de maíz, pero algunos recibieron paquetes de alimentos frescos, mientras que otros paquetes con palomitas de maíz viejo y frío. Cualquiera que ha tenido el hábito de consumir las palomitas en el cine no importa calidad y come la misma cantidad, sin importar ser frescas o pasado. Para prevenir el consumo compulsivo, el investigador cree que tenemos que cambiar la fuente de alimentación por defecto y hacer que la persona más crítica con respecto a lo que come leer más Renato Stockler en hoja de lata/imagen

Mientras que algunos sólo quieren una siesta después de comer, otros tomar ventaja de la gama para practicar actividades físicas. Sin embargo, los nutricionistas no recomienda el hábito: «durante el proceso digestivo, la sangre se desvía hacia el estómago y cuando la gente comienza a practicar cualquier actividad requiere que la sangre también se desplaza hacia el músculo». El resultado puede ser un gran malestar.

Por lo tanto, quien quiera todavía ir al gimnasio después del almuerzo debe hacer una potencia muy ligera para mantener la glucosa en la sangre durante la actividad física.

La siesta aumento de la productividad

Estudios avalan que los beneficios de tomar una siesta después de comer. Según un sondeo hecho por japoneses y publicado en un periódico de ese país, dormir, entre 15 a 30 minutos después de almuerzo mejora la productividad y la eficiencia en el trabajo. «Algunas empresas ya han notado esto y adoptan incluso espacios de relajación para los empleados».

Aún así, no es posible decir que una siesta después de las comidas es buena para todos. «Cada persona tiene un metabolismo diferente. Algunos tienen más energía después del almuerzo, mientras que otros no les cae muy bien y eso se refleja en la noche cuando no logran conciliar el sueño.

En los bebés si se recomienda, puesto que al estar su cerebro en formación y su estomago por igual, inmediatamente ha tomado lecho o comido, debe ser inducido a tomar la siesta, esto claro esta es hasta que el bebé alcance cierta independencia y ya sea un niño, los niños se recomienda que bajen sus impulsos de juego y descansen luego de comer en una actividad que les exija menos movimiento.