Normalmente en torno a los dos años de edad es el momento propicio en el que cambiar al bebé de su cunita a la cama, bien sea a una cama normal o una adaptada especialmente para su edad.
Como siempre ocurre, cada bebé o niño es un mundo, por lo que la edad recomendada es algo orientativo, hay niños que descansan mejor en la amplitud de una cama y otros en cambio son más reticentes a la hora de hacer el cambio.

Lo que está claro es que es un cambio importante para ellos y también para los papás, porque ahora surge el temor de que se puedan caer de la cama a mitad de noche.

Para ello existen en el mercado multitud barreras cama que evitarán que los niños se puedan salir o caer de sus camitas.

 

¿Cuáles son las principales características que debemos tener en cuenta para elegir la barrera de cama?

 

  • Materiales de la barrera de cama y especificaciones.

Existen barreras de cama de madera, de metal, de aluminio…hay diferentes acabados para intentar ajustarse a los gustos del consumidor para adecuarse a la composición de las habitaciones infantiles que deseen.
Hay modelos más sobrios y clásicos u otros que cuentan con dibujos infantiles, diferentes coloridos, para adaptarse a esas edades.

  • Tipo de cama en la que irá instalada la barrera de cama

Hay que tener muy en cuenta el tipo de cama en el que tenemos la intención de poner la barrera, así como la longitud de ésta.

Si se trata de una cama individual las opciones son mayores, aunque depende también de la longitud de la cama y de cómo esté ubicada (por ejemplo, si se trata de una cama aislada será necesario colocar un doble sistema de barreras para proteger al niño de posibles caídas por ambos lados)

Por otro lado, si se trata de una cama-nido o una cama-mueble y queremos una barrera abatible, tendremos que fijarnos en la altura a la que se encuentra el punto de plegado de la misma, para que sea accesible y realmente podamos abatirla.

A nivel estético, aunque no sea algo trascendental, también se debe tener en cuenta cómo se quiere hacer la cama, es decir, si la barrera sólo se va a utilizar cuando el niño vaya a dormir y queremos esconderla el resto de tiempo con la colcha o edredón de la cama (tipo bouti) tendremos que considerar la altura de la barrera de cama con respecto al suelo, para que nos dé juego el ángulo de 180 grados y no dé contra el suelo de manera que la barrera pueda quedar por debajo de la colcha.


  • Medidas de la barrera de cama

 Las medidas más habituales son de 90 cm y 140 -150 cm de longitud y entre los 40 – 50 cm de altura. Aunque también existen barreras de cama con mayor altura,  de 60 y 70 cm, que aportara una mayor seguridad si nuestro bebé esta de pie en la cama e incluso las hay cuya longitud y altura puede hacerse extensible.

A la hora de elegir la longitud de la barrera, se debe tener en cuenta la edad y los hábitos de sueño que pueda tener el niño (si se mueve mucho o no). Aunque independientemente, lo primordial es tener en cuenta el tamaño del colchón, puesto que se recomienda que siempre haya una distancia inferior a 2 cm o superior a 26 cm entre la cabecera y el inicio de la barrera por cuestiones de seguridad.

Al igual que el mínimo que debe levantarse la barrera por encima del colchón sea de 16 cm.

 

  • Nivel de seguridad

Es importante fijarse en las calidades y nivel de seguridad que nos ofrecen las barreras de cama.

Las más habituales son las abatibles 180 grados que, colocadas en ángulo de 90 grados, van sujetas por una barra de metal que va introducida por debajo del colchón y es el peso de éste junto a la forma en ángulo el que proporciona la seguridad para el niño.

En cambio, también las hay que van sujetas por una cinta de seguridad que se ciñe al otro lado del colchón para evitar cualquier movimiento de la barrera cama y proporcionar mayor seguridad.
Tal y como hablábamos antes, el elegir entre uno u otro modelo dependerá de la cama en la que vaya a ir instalado.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las barreras que son abatibles es interesante que tengan un sistema de cierre con bisagras de seguridad que eviten posibles pellizcos. 

 

  • Comodidad y funcionalidad

Dependiendo de nuestros gustos o preferencias optaremos por un tipo de barrera u otro. Pero también debemos pensar en el tipo de uso que le vayamos a dar.

Las más comunes son las barreras con maya de red y estructura de metal.
Son muy cómodas porque pesan poco y son fácilmente desmontables y plegables de manera que las podemos llevar con nosotros para las vacaciones o si tenemos una segunda residencia, además suelen venir acompañadas por una bolsa de transporte y su tamaño una vez desmontado es muy reducido.
Además, este tipo de modelos suelen permitir desenfundar y lavar la parte textil, de manera que resulta ser bastante práctico e higiénico.

Por otro lado, también hay barreras de madera natural o barnizadas de diferentes colores, a nivel estético son mucho más robustas y clásicas, pero no cuentan con la funcionalidad y el aspecto práctico de las de aluminio.
En este caso, es cuestión de gustos y estética y del uso que se le vaya a dar.

En definitiva, puede que comprar una barrera de cama parezca una cuestión baladí, sin embargo, y como habréis podido leer, son muchos los factores a tener en cuenta para poder hacer una buena compra de un accesorio al que le daremos bastante uso.