Fontanelas del bebé

Por Paula
en Sin categorizar
Oct 24th, 2016
0 Comentarios
11244 Views

: es

En los reconocimientos médicos de tu recién nacido observarás que el pediatra le toca la cabeza y toma nota de ciertas medidas.

No está haciendo otra cosa que controlar las fontanelas del bebé.

Qué son las fontanelas

La cabeza de un bebé está formada por seis huesos que está unidos entre sí por unos espacios membranosos formados por tejidos elásticos y fibrosos que, con el paso del tiempo hacen que se unan y suelden estos huesos entre sí cerrando el cráneo.

Los bebés nacen con dos fontanelas o dos de estos espacios más grandes: la fontanela anterior y la fontanela posterior.

La fontanela anterior: es la que más se conoce y la que más tiempo tarda en cerrarse (lo suele hacer entre los 9 y los 18 meses aproximadamente)

La fontanela posterior: es más pequeña y se cierra antes, en torno al primero o segundo mes de vida.

fontanelas-bebe-01

Partes del cráneo y fontanelas del bebé

Son dos las razones por las que un recién nacido no tiene los huesos de su cabeza soldados:

  1. Su paso por el canal del parto.

Gracias a sus fontanelas, el cabeza del bebé se puede comprimir superponiendo unos huesos con otros para poder pasar por el canal del parto asegurando que no haya ningún daño cerebral.

  1. Su cerebro tiene que crecer.

Según se va desarrollando el bebé, su cabeza va creciendo y con ella su cerebro, por lo que las fontanelas son vitales y es necesario controlar su tamaño para un correcto desarrollo cerebral.

Es necesario controlar la medida de las fontanelas para que no se dé el caso de que esté muy abierta y se pueda producir un aumento de líquido en el cerebro (hidrocefalia) o bien que esté prematuramente cerrada (creneosinostosis) y sea necesario intervenir quirúrgicamente para que la cabeza y el cerebro puedan crecer y desarrollarse.

Además de observar su tamaño, también se debe controlar la forma de las fontanelas, ya que una fontanela hinchada, cuando el bebé está relajado o tranquilo, puede ser señal de aumento de líquido en su cerebro y, por el contrario, una fontanela hundida más de lo normal puede ser signo de desanutrición o deshidratación.

Es normal que, observando a nuestro bebé, apreciemos que el espacio de la fontanela anterior late, ello se debe a que es una zona con muchas terminaciones nerviosas y vasculares, por lo que, al estar formado por tejidos blandos, se ve reflejado el latido del bebé.

Dada su importancia, el pediatra siempre observará las fontanelas y anotará sus medidas hasta que éstas estén cerradas, valorando si su desarrollo es correcto. Sin embargo, si nosotros mismos observamos que su forma varía o tenemos alguna duda, no hay nada como acudir al médico para que nos haga salir de dudas.

Suplementación con vitamina D

La vitamina D es de gran ayuda para que el bebé vaya cerrando su fontanela de manera natural según se vaya desarrollando.

Por ello es bastante frecuente que el pediatra recete este suplemento cuando el bebé ya tiene varios meses, sobre todo cuando se trata de bebés nacidos en otoño, ya que la vitamina D la obtenemos en gran medida gracias a los rayos del sol cuando estamos en el exterior y es en estas estaciones, otoño e invierno, cuando menos tiempo pasamos al aire libre.

Comentarios están cerrados

Leer entrada anterior
Postura y agarre correctos en la lactancia materna

La leche materna es el mejor alimento que puedes ofrecer a tu bebé, pero gran parte de su éxito depende...

Cerrar