la importancia de masajear y tocar al bebé

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El tacto es instintivo y es intrínseco a nuestra genética. Es el primer sentido en desarrollarse cuando nacemos. En la matriz de la madre y dentro del fluido amniótico, el bebé es manipulado en un continuo, haciendo que se sienta bien con el roce piel a piel, la apariencia, el olor y el calor. Después del nacimiento es importante que exista una continuidad de la vida en el vientre materno. El pecho es el enlace o necesidad relacionada con la supervivencia. No es casual que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el bebé se coloque en el pecho de la madre inmediatamente después del nacimiento.

Varios expertos han demostrado que la experiencia de contacto juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo de los mamíferos. «¿Cuando comenzar a hacerlo? Con los primeros minutos después del nacimiento», como ya mencionamos antes, los pediatras lo recomiendan masajear al bebé para que no sienta miedo y para que la piel comience a sentir e interactuar con el mundo.

Al nacer, el bebé tiene un conjunto de reflejos y respuestas involuntarias que son estimuladas por el instinto del tacto. El bebé ya está preparado para responder a los estímulos del tacto. «El bebé tiene la memoria del contacto mientras estaba sumergido de líquido amniótico, los masajes», por lo tanto, le recuerdan ese roce cuando estaba en el vientre materno. Su comunicación con el mundo exterior se hará poco a poco, y especialmente en los dos primeros años, el bebé comenzará a descubrir, a su madre, a su padre, la familia, los juguetes y otros niños tocando todo lo que pueda. El bebé encuentra diversas maneras de descubrir un mundo nuevo y el tacto juega un papel esencial en el proceso.

La piel es un órgano importantísimo en el bebé

Se sabe que la piel es el órgano más grande del cuerpo y el sentido sensorial que se desarrolla primero que todos. En el útero, el embrión antes de tener los ojos o los oídos en pleno funcionamiento, ya la piel ya está muy desarrollada. Es la base de los receptores sensoriales y el más delicado de nuestros sentidos. Es un mediador de la sensación y una fuerte barrera del cuerpo ante el medio que le rodea. Además, es un órgano que controla el cuerpo, una amplia gama de funciones, tales como la regulación de los tejidos de temperatura y de hidratación.

«El tacto es el sentido más desarrollado al nacer, en el bebé y lo está mucho antes que la visión. Es a través de los cinco sentidos que el bebé va a explorar su propio cuerpo y todo lo que lo rodea, llegando desde allí a asignar significados y límites. Para explorar lo que sea, supone una acción y una reacción. Al nacer y durante los primero meses trata siempre de realizar sobre la piel del bebé ligeros masajes con las manos, cuidando de que la mano no esté ni muy caliente ni muy fría, ya que es muy sensible a las temperaturas. Por eso es tan importante revisar que el pañal sea removido cuando se haya orinado, puesto que la piel a esa edad fácilmente se irrita con el orines y el calor del ambiente en donde se encuentra. Siempre es bueno que su piel este hidratada y libre de cualquier malestar como el mencionado antes y de las picaduras de mosquitos o cualquier otro bicho o alimaña.