Cómo aliviar la tos y el resfriado

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El problema de la vida eterna, principalmente en los niños, la gripe y los resfriados (forma leve) son enfermedades infecciosas causadas por varios tipos de virus que causan fiebre, dolor de cabeza, escurrimiento nasal, tos y dolor de garganta, entre otros síntomas.
Estas infecciones se transmiten de persona a persona a través de secreciones respiratorias (tos, secreción nasal, estornudos) o por las manos de las personas infectadas. El niño puede experimentarlos de 6-8 años en las infecciones virales que atacan a gran nariz y la garganta.

Tener un hijo que asiste a la guardería es una posibilidad de entre 3 a 4 veces más grande a que coja un resfriado, ya que están más expuestos a otros niños que tienen infecciones. Por lo tanto, se recomienda no llevar a un niño enfermo a este lugar.

Pero ¿por qué los niños mimados de la familia son siempre los más afectados por estos pequeños enemigos? Es simple. El contagio es grande con los niños, ya que aún no se ha formado una memoria inmunológica que se adquiere infecciones. El niño se enferma de gripe, cuando el cuerpo es invadido por un virus nuevo, desconocido, y para que su cuerpo crea anticuerpos. Cada vez que el niño entra en contacto con el mismo virus, los síntomas tienden a ser más leves o inexistentes. Pero ya que hay muchos virus, hasta que el cuerpo del niño para crear una defensa para todos, gripes y resfriados son frecuentes. El número disminuye considerablemente a partir del tercer año.

En el frío, las infecciones son más comunes ya que los niños son más fuertemente en interiores no aireado, facilitando la transmisión del virus. Un consejo para combatir el resfriado o la gripe es mantener a su niño bien hidratado, darle muchos jugos o incluso servir agua. Otra dirección es hacer que un mayor número de comidas con cantidades pequeñas para evitar las náuseas. En caso de fiebre, trata de poner ropa ligera para facilitar el intercambio de calor con el medio ambiente y poner al niño en la bañera con agua tibia hasta que baje la temperatura.

Sé atento – virus de la gripe y el frío reduce la resistencia del niño y facilitar la invasión de otros microbios que pueden causar amigdalitis, otitis, sinusitis, rinitis, bronquitis o neumonía. Esto requiere más cuidado como tratamientos con antibióticos.

Siempre se recomienda una evaluación médica. Nunca ofrezca medicamentos sin consultar a tu pediatra. Sepan que no hay medicina para curar la gripe y los resfriados. La prevención es la mejor solución.
Evita llevar a tu bebé o niño pequeño en lugares cerrados con concentración de personas. Busque también evitar el contacto con personas que están enfermas. Además, mantener los filtros de aire acondicionado limpio y el ambiente en el que el bebé está bien ventilado. Estas medidas pueden no ser 100% efectivas, pero sí impiden el contagio.

La gripe es causada por la influenza A y B, que sufre cambios estacionales. Ahora en frío es causado por rinovirus en 70% de los casos. Y hay más de 100 tipos, de ahí la dificultad de desarrollar una vacuna. Ambos son muy contagiosos y se transmite por gotitas de saliva. Los estudios han demostrado que la principal vía de transmisión del virus del resfriado es el viento. El niño que salpica sobre un juguete y, minutos más tarde, otro toque en el lugar y toma la mano a la nariz o la boca se contagia casi de inmediato.

En la mayoría de los casos, el frío afecta la nariz, los oídos o garganta, provocando secreción nasal, irritación de las mucosas, tos, estornudos, y en ocasiones el niño puede tener una fiebre leve. Si los síntomas de la gripe suelen ser más intensos e incluyen fiebre alta, dolores musculares, fatiga y dificultad para respirar, en la que el niño debe ser llevado al médico para comprobar si hay otras enfermedades.

Alergias – las respuestas del cuerpo a sustancias alergénicas considerado a menudo se confunden con la presentación de cuatro principales síntomas de los resfriados y la gripe: secreción nasal, estornudos, picor y fiebre. A diferencia de los resfriados y la gripe son causadas por el contacto directo con la sustancia que causa irritación y no causan fiebre y malestar general.
Cómo tratar a un niño enfermo

El tratamiento en el caso de los resfriados y de la gripe tiene como objetivo aliviar los síntomas, como la curación general es espontánea. Durante el período en que tu hijo está enfermo, puede perder el apetito. Esto es normal! Lo importante es mantenerlo hidratado. Dales jugos, agua y té. Alienta también al niño a sonarse la nariz varias veces al día, y hacer un lavado con solución salina. En el caso de control de la fiebre con baños o antipiréticos. Y recuerde: nunca use un medicamento en tu niño sin antes haberlo hablado con tu médico.
Cómo prevenir

La propagación de los resfriados, la gripe y sobre todo las alergias están directamente relacionados con la calidad del aire ambiente. El aire que es más agradable al ser humano, sano, es un aire que es más limpio, más caliente, más húmedo. En los días más fríos, el clima es más seco y por lo tanto más contaminado. Como las vías respiratorias se sobrecargan – debido a que el aire que entra en la nariz y los pulmones están con peor calidad – el cuerpo se vuelve más susceptible a las infecciones.

A continuación podrá ver los consejos para evitar la contaminación:

– Evita que tu niño este en el interior de grandes aglomeraciones, tales como centros comerciales y estadios cerrados;

– Anima a los niños a lavarse las manos varias veces al día. Esa es la principal forma de contagio;

– Aplica una solución salina nasal a tu hijo por lo menos 1 vez al día para evitar que se sequen las mucosas de la nariz o la «obstrucción»;

– Mantener la casa siempre limpia y bien ventilada;

– Si utiliza un humidificador, tener cuidado y vigilar para asegurarse de que el sitio no está recibiendo, al contrario de lo que uno quiere, demasiado húmedo, lo que favorece la proliferación de hongos. En el período en que el niño está resfriado, algunas actitudes pueden mejorar los síntomas. Estas acciones son también convenientes para los alérgicos.

– Limpiar la casa con un paño húmedo y vacío todos los días. Escobas hasta el polvo;

– Quita las alfombras y juguetes de peluche en la habitación de su hijo;

– Si es posible, no dejes que los perros y gatos estén dentro de la casa. Los animales son los agresores en el sistema respiratorio, especialmente aquellos con asma, rinitis o que tienen un resfriado.