La higiene del bebé
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Es fundamental cuidar la higiene de nuestro bebé con productos que sean hipoalergénicos y que respeten el cuidado de su piel.
A continuación os vamos a dar algunos consejos sobre la higiene del bebé:
¿Es necesario bañar al bebé todos los días?
No. Sobre todo cuando es un recién nacido, no es necesario bañarlo todos los días ya que apenas se ensucian; pero, si bien es cierto, que el baño es un momento relajante y toda una experiencia para el bebé, pero no es necesario bañarlo a diario.
El baño no debe durar más de 10 minutos
El grosor de la piel del bebé es mucho menor a la de un adulto, por ello el baño no debe superar los 10 minutos.
Además debemos tener cuidado siempre con la temperatura del agua, nunca debe superar los 36 grados, para ello podemos utilizar los termómetros de baño como ayuda.
Los niños mayores de un año pueden quedarse en el agua jugando más tiempo.
¿Qué productos debemos utilizar para su baño?
La piel de un recién nacido necesita pocos productos adicionales, lo podemos bañar sólo con agua o bien utilizar un poco de jabón con ph neutro indicado específicamente para bebés. (no se debe usar mucha cantidad)
Los recién nacidos no necesitan usar champú, normalmente el propio gel que compramos específicamente para ellos se puede aplicar también sobre su cuero cabelludo. Cuando ya comience a tener pelo abundante es cuando tendremos que comprarle un champú específico para ellos.
Una vez sequemos al bebé le aplicaremos crema o loción indicada igualmente para bebés o bien usar un poco de aceite de almendras, por ejemplo, si el bebé tiene la piel un poco seca.
Cuidado de los genitales y el culito del bebé
En el caso de los niños, no se debe retirar el prepucio, la piel que recubre el glande, ya que protege el interior del pene y evita que se produzcan infecciones.
En cuanto a las niñas, uno de los principales errores es lavar la zona anal y, después, la vaginal; es un error muy grave, ya que las bacterias que del intestino pueden pasar a la vagina, y provocar infecciones o irritaciones.
Los genitales son una zona muy delicada, por ello hay que tener especial cuidado con su higiene, de manera que, a la menor duda que tengamos, debemos acudir al pediatra para que observe a nuestro bebé.
Con respecto al cuidado del culito del bebé, debemos evitar la dermatitis del pañal, bastante frecuente debido al contacto prolongado de la orina o heces sobre la piel del bebé.
Por ello es recomendable que ante el mínimo signo de enrojecimiento de la piel recurramos a cremas o pomadas protectoras para el bebé específicamente formuladas para calmar y proteger el culito del bebé tras el cambio del pañal.
Cuidado de las uñas
Hay que tener especial cuidado con las uñas del bebé, cuando todavía son recién nacidos sus uñas son muy finas y quebradizas, pero se pueden arañar y lastimar con ellas fácilmente.
Para ello debemos cortarlas con tijeras o cortaúñas específicos para bebés y, a poder ser, es mejor cortarlas después del baño, ya que las uñas están más blanditas y son más fáciles de cortar.
Sin embargo, si el bebé no se deja, podremos cortarle las uñas cuando esté dormido.
La higiene de las manos y las uñas es muy importante, sobre todo a medida que el niño va creciendo y empieza a coger cosas. Por ello debemos concienciarle según vaya creciendo de que hay que lavarse las manos sobre todo antes de comer y debemos tener especial cuidado con las uñas, manteniéndolas siempre cortas, ya que en ellas entra mucha suciedad y pueden causar muchas infecciones cuando el niño se echa la mano a la boca o se rasca un ojo, por ejemplo.
Cuidado de los oídos y los ojos
En principio los ojos no necesitan un cuidado especial, pero si el bebé tiene alguna legañita podemos limpiarle suavemente cada ojo con una gasita diferente impregnada en suero.
Los oídos deben ser limpiados sólo externamente, es decir, con una gasita o un bastoncillo para bebés debemos limpiarle únicamente la zona exterior (la aurícula) con cuidado. Nunca debemos introducir ningún objeto en el conducto auditivo del bebé.
Esperamos que os hayan servido de ayuda estos consejos, sin embargo, como siempre os recomendamos, ante cualquier duda o consejo para vuestro bebé, no dudéis en recurrir a vuestro pediatra, como experto él os podrá ayudar mejor que nadie.
