Los beneficios de la lactancia materna

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La leche materna contiene todas las proteínas, azúcar, grasas, vitaminas y agua que tu bebé necesita para estar sano. También contiene ciertos elementos que la leche de fórmula es incapaz de incorporar, como los anticuerpos y glóbulos blancos. Por eso la lactancia materna además de alimentar al bebé, lo protege contra ciertas enfermedades e infecciones tales como:

Infecciones del oído

Alergias

Vómitos

Diarrea

Neumonía

Bronquiolitis

Meningitis

Es muy importante que las futuras mamás se informen bien, resuelvan todas sus dudas y también hablen sobre la lactancia materna con otras mujeres, profesionales especializados en lactancia materna, matronas, etc.

También es necesario que sepan que la lactancia materna es diferente para cada madre, hay mujeres que, hasta que finalmente logran instaurar la lactancia, pasan por ciertas dificultades, mientras que otras no tienen ningún tipo de problema.

La lactancia materna está fuertemente influenciada por la condición emocional de la mujer y la sociedad en la que vive. Por ello, es esencial encontrar el apoyo de la pareja, la familia y los profesionales de la salud para poder lograr una lactancia satisfactoria y sin complicaciones.

La preparación del pecho

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer se prepara para la lactancia materna. Los pechos crecen, las areolas (la parte oscura del pezón) se oscurece y endurece por la acción de las hormonas, de manera que realmente no tienes que hacer gran cosa para preparar tu pecho. Recordad que el cuerpo de la mujer está diseñado para dar a luz y poder amamantar al bebé.

Instaurar la lactancia materna

A poder ser, la lactancia materna se debe iniciar lo antes posible tras dar a luz.

Durante sus primeros días de vida, el bebé se alimentará del calostro que produce la madre. Éste le proporciona los nutrientes justos y necesarios durante sus primeros días.

Se debe tener en cuenta que los recién nacidos hacen muchas tomas durante el día, hay que recordar que son muy pequeños, al igual que su capacidad de succión, por lo que se cansan muy rápido y necesitan hacer varias tomas a lo largo del día.

Estas tomas se irán prolongando y espaciando a medida que el bebé se vaya desarrollando, es totalmente normal.

Después de dar a luz, generalmente la subida de leche se produce en torno al cuarto día de postparto. Llegado este momento, hay madres que pueden llegar a tener molestias en los pechos, notando un endurecimiento, dolor e incluso notar nódulos en ciertas partes del mismo.

Normalmente la nodularidad se debe a un vaciado inadecuado de la mama, que puede llegar a provocar una obstrucción de conductos o mastitis si la situación va a más.

Para evitarlo, lo principal es que cada mujer conozca su mama para poder ser capaces de identificar cualquier alteración que pueda llegar a ser peligrosa.

Si se nota el pecho endurecido, es beneficioso que durante el baño o ducha, con agua caliente, se masajee suavemente el pecho en esas zonas siguiendo movimientos circulares.

Sin embargo, si el dolor persiste y ante cualquier duda, es recomendable acudir al médico o matrona para que sea un especialista el que valore la situación o nos disipe cualquier preocupación que tengamos. Si se llega a ese caso es importante no frustrarse, hay que tener paciencia, hay veces que las cosas no son tan fáciles como esperábamos pero para todo hay solución.

Durante un periodo tan importante como lo es la lactancia materna, es importante romper cualquier mito o tabú respecto a este tema, hablar abiertamente y acudir al especialista para que asesore tanto a las mamás como a los papás.

Es cierto que para algunas madres al principio puede ser un momento duro si se tienen molestias, si el bebé no coge el pecho bien…pero salvados estos primeros momentos, la lactancia materna es un periodo muy beneficioso para las mamás y bebés, además de alimentar al bebé, se genera un vínculo emocional y afectivo inquebrantable entre ellos.

Postura correcta

También pueden aparecer otro tipo de molestias, como las grietas en los pezones. Para poder evitarlas lo mejor que podemos hacer desde un principio es dar el pecho de manera correcta al bebé: hay que ofrecerle el pecho al bebé cuando tenga bien abierta su boquita y que abarque todo lo posible la aureola de la mama.

De esta manera evitaremos que el bebé haga daño en el pecho y lo succione de manera correcta (obtendrá un mayor flujo).

Sin embargo, si la las grietas y molestias persisten la mamá puede optar por usar remedios como las pezoneras de silicona o recurrir a cremas con lanolina (humectante natural y emoliente para la piel que además no es tóxico para el bebé) hasta que se curen las grietas.

Además de ofrecer el pecho correctamente al bebé, la mamá tiene que saber mantener una buena postura durante la toma, para evitar dolores de espalda, cervicales, etc…para ello se puede recurrir, por ejemplo, a los cojines de lactancia, que elevaran al bebé a la posición idónea para darle el pecho.

Son muchas las formas en las que se puede dar el pecho (sentada, tumbada de costado…) es un momento en el que tanto la mamá como el bebé se tienen que encontrar relajados y cómodos, se trata de encontrar la mejor postura en cada caso para que la toma sea un acto placentero para ambos.

Extractores de leche

Los extractores de leche pueden ser muy beneficiosos en determinados momentos, por ejemplo, si la madre se tiene que incorporar al trabajo o simplemente se tiene que ausentar por cualquier motivo, puede recurrir a los extractores para que el bebé siga teniendo sus tomas de leche materna cuando ella esté ausente.

Por otro lado, si hay un exceso de producción de leche, se puede usar el extractor para aliviar la hinchazón del pecho, además la leche materna se puede mantener varios días en la nevera e incluso se puede congelar, pudiendo tener reservas preparadas ante cualquier improvisto.

Tenéis disponible una guía de producto sobre tipos de sacaleches o extractores y conservación de la leche materna haciendo click aquí.

Duración de las tomas

Siempre que se pueda, la duración de las tomas del bebé debe ser a demanda.

Tal y como hemos hablado anteriormente, durante los primeros días de vida el bebé tiene muy poca fuerza de succión y se cansa rápido, por lo que a lo largo de día se producirán muchas tomas.

La leche materna tiene todos los nutrientes, proteínas, grasas…especialmente diseñados para el bebé y éstos van cambiando y evolucionando a medida que el bebé va creciendo.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la lactancia materna exclusiva mínimo hasta los 6 meses edad, a partir de ese momento se empiezan a introducir otro tipo de nutrientes complementarios, según va madurando el sistema digestivo del bebé.

Desde los 12 meses la leche materna sigue siendo un alimento incomparable en la dieta de los niños y por eso la mayoría de asociaciones y organismos relacionados con la salud recomienda la continuidad con la lactancia materna hasta los dos años o más o hasta que la madre y el hijo lo deseen.

Recordad que, además de los beneficios que aporta, la lactancia materna resulta muy cómoda, la leche siempre está a la temperatura adecuada y no necesita preparación alguna, está siempre lista cuando el bebé la necesite.

Cada mamá es un mundo

Como veis, la lactancia materna es lo idóneo para la mamá y el bebé, sin embargo, hay veces que lo idóneo no se puede ajustar a la realidad, puede haber complicaciones o situaciones en las que no se le pueda dar el pecho al bebé.

Por ello, siempre os recomendamos que acudáis a vuestra matrona, os asesorará sobre qué se puede hacer en vuestro caso, si se puede continuar con la lactancia materna o bien os puede recomendar una lactancia mixta, por ejemplo, sólo un especialista os puede guiar en esos casos.

Evidentemente, como padres, siempre queremos lo más beneficioso para nuestros hijos, pero hoy en día son muchas las opciones que podemos encontrar, por esta razón es fundamental recibir un buen asesoramiento durante la lactancia y resolver todas las dudas o preocupaciones que podamos tener.